Las drogas y
el capitalismo
El origen
etimológico de la palabra capitalismo proviene de la idea de capital y su uso
para la propiedad privada de los medios de producción. Se denomina
sociedad capitalista a toda aquella sociedad política y jurídica basada en una
organización racional del trabajo, el dinero y la utilidad de los recursos de
producción, caracteres propios de aquel sistema económico.
De acuerdo
con los corolarios anteriores podemos afirmar que el capitalismo y la sociedad
capitalista requieren de un cierto orden en el cual existen las clases
socioeconómicas que en Colombia se representan por los estratos sociales de tipo
económico y por una distribución de la renta que depende casi enteramente de la
funcionalidad de las diferentes posiciones sociales adquiridas en la estructura
de producción. Innumerables
críticos y grandes pensadores han presentado al mundo sus opiniones y críticas
con respecto al capitalismo y a sus ventajas y desventajas. Es por eso
que en este momento es apropiado revisar una de las realidades que vive
actualmente nuestro país, y que se vincula con el capitalismo: Las drogas y el
capitalismo.
Con el auge
del capitalismo las drogas tomaron un rol preponderante en la sociedad, que
consideraba esta droga como la poción mágica para soportar la pesadez del
trabajo, el ritmo acelerado de vida, y poder estar siempre despierto. Los
Estados Unidos (país capitalista por excelencia), ha sido el primer defensor de
la prohibición de la droga y como siempre homogenizo esta creencia por todo el
mundo, hasta llegar a intervenir en varios países como Colombia que se vieron
seriamente afectados por la prohibición y el negocio del narcotráfico.
El comercio
mundial de las drogas se estima en un 8 por ciento de todo el comercio
internacional valorado en unos 250 mil millones de euros (1997) según las
Naciones Unidas en su Informe Mundial de Drogas.
En la
actualidad las drogas que más han ido en aumento en su consumo son los
estimulantes y antidepresivos (legales) usados de forma cotidiana por la clase
trabajadora y los estudiantes, que reflejan los altos niveles de inestabilidad
psicosocial, la ansiedad y depresión que la sociedad siente y con la que se
generan millones de dólares anuales para las compañías farmacéuticas que los
producen y comercializan.
El
capitalismo busca por todos los medios provocar el deseo al potencial
consumidor pero la impotencia de satisfacer estos deseos lleva a tratar de
llenar ese vacío con drogas que sin duda alguna dan una satisfacción inmediata
pero efímera de los deseos, provocando la adicción. Los barrios más pobres por
su incapacidad de poder pertenecer de manera plena y satisfactoria al mercado
capitalista son los más susceptibles a ser consumidores de drogas y de
convertirse en parte de traficantes de estas sustancias. Como consecuencia de
lo mencionado están los miles de muertos que deja cada año la lucha contra el
narcotráfico en Colombia.
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